VESTIDO MEJICANO BORDADO A MANO

Os muestro un vestido mejicano bordado con motivos florales y de pájaros. El bordado a mano es una artesanía muy típica en Méjico, como podéis ver en estas imágenes.

Vestido mejicano, bordado a mano, de en torno a 1980

Este vestido me lo trajo mi hermana de Méjico, en 1980; creo recordar que es de Oaxaca. Está bordado a mano, sobre una tela de algodón, con una gran greca de flores, en la parte inferior.

Greca de flores bordadas a mano, en la parte inferior del vestido

El vestido está confeccionado con una tela de algodón gruesa, que se ha doblado por la mitad y, justo en el centro, se corta un círculo de la tela, para el cuello; se cosen los costados, salvo un trocito, a ambos lados, en la parte superior, para las mangas.

Parte delantera de vestido mejicano, bordado a mano

El hilo con el que está bordado es bastante grueso, pues los motivos son muy grandes.

Pájaro bordado, con plumas rojas, posado en una gran flor

Yo, que no soy modista, me atreví a hacerle un vestido parecido a mi hija, cuando era pequeña, en torno a 2003.

Vestido mejicano bordado, de mujer de 1980 y vestido de niña de 2003

Motivos florales que adornan los cuellos de vestidos mejicanos, bordados

Vestido bordado de niña

Compré la tela de algodón en Ribes y Casals, tienda de Madrid, especializada en telas; cosí los laterales y bordé, en la parte delantera, unas grandes flores, como las de mi vestido mejicano.

Motivos florales, en la parte delantera del vestido

Y en la parte inferior, bordé muchos pequeños motivos: una maceta, un gato, una piña, una flor, uvas, un trébol, una palmera... 

Pequeños motivos bordados

Dibujé los motivos con un lápiz, en la tela, directamente y, luego, los rellené con el bordado, con hilos de colores.

Dos flores gemelas, un tulipán, una estrella de mar, una amapola, un cactus, tres bananas, una maceta con flores, ...
...una vela, una flor, un trébol, una pera, otro cactus, una corona... 

Estos pequeños bordados pueden aplicarse a camisetas, bolsos, delantales, bolsas, blusas;  quedan muy simpáticos y alegran las prendas. Cuando estaba en la universidad, a finales de los setenta, me hice bordados parecidos en los bajos de unos pantalones vaqueros y en los bolsillos traseros.